lunes, 13 de abril de 2009

CARTEL FRANCES DE "UN DÍA EN LAS CARRERAS" DE LOS HERMANOS MARX

Cartel francés de la reedición de la película "Un día en las carreras" ("A day at the races"- 1937). Tiene unas medidas de 60x80 cm y aunque se desconoce el año de su impresión, éste se situaria en la década de los 60. Impreso por Saint-Martin. Adquirido en Paris en Julio de 2007.


"AL RICO HELADO DE TUTTI FRUTIIIII!..."

Tras el éxito obtenido por "Una noche en la ópera" ("A night at the opera"-1935), los Hermanos Marx se embarcaron en la dificil tarea de igualar o superar a su predecesora. El mecanismo de la Metro-Goldwyn-Mayer se puso en funcionamiento bajo la dirección del productor Irvin Thalberg. El guión le sería encargado a Will B. Johnston, Carey Wilson y George Oppenheimer, a los que se unirían después George Seaton, Robert Pirosh y Al Boasberg (que aportaría material adicional sin figurar en los créditos). Así mismo se construyó una trama similar a la anterior sustituyendo el estirado mundo de la ópera por un exclusivo sanatorio con problemas financieros, de un malvado tenor se pasa a un corrupto prestamista, pero se conserva el caos y la anarquia propia de su anterior film. Repiten el director Sam Wood, el protagonista-cantante serio Allan Jones con canciones como "Tomorrow is another day" que intentó revalidar el éxito de "Alone" y, como no, la siempre neurótica y rica Margaret Dumont que una vez más serviría de bandeja a las diabluras de los Marx, sobre todo de Groucho, que interpreta a un veterinario que la rica acaudalada cree un famoso medico. También repite Sigfried Rumann, siempre en papeles antagónicos y que aún colaborará en otra de las peliculas de los Marx, "Una noche en Casablanca" ("A night in Casablanca", 1946).

Iniciado el rodaje de "Un día en las carreras" fallece Irving Thalberg, ausencia que se notaria en en el montaje de la pelicula.
Aunque no llegó a alcanzar el éxito de su predecesora, este film nos dejó algunas escenas míticas en la filmografía de los Marx, como la escena del "helado de tutti frutti", en donde la venta de unas predicciones en el hipódromo se convierte en una de las secuencias más hilarantes del film, así como la del reconocimiento médico, donde se hace patente la anarquia propia de los Marx. La película termina con una secuencia similar a la de la ópera. Se trata de boicotear una carrera de caballos con la intención de hacer tiempo y lograr que llegue el caballo de los protagonistas que ha sido secuestrado.

El cartel que presentamos corresponde a una de las reposiciones de la película en Francia, datada posiblemente en los años 60.